Comienza el buen tiempo y para ello debemos cuidar nuestra alimentación y el estado de hidratación del organismo. Con el calor perdemos más agua, minerales y electrolitos a través del sudor.
Siempre recomendamos consumir 2 litros de líquido al día, pero con la llegada del calor insistimos más aún, ya que aumenta la sudoración, la perspiración a través de la piel, y necesitamos agua para mantener la temperatura corporal, para refrescarnos y mantener en perfecto estado la hidratación de nuestros tejidos. La sed aparece cuando ya hay cierto grado de deshidratación y debemos anticiparnos a ella.
Para aumentar el consumo de líquido podemos ayudarnos con los zumos de frutas naturales, los granizados, etc.
Recomendamos evitar platos muy calientes o con mucha grasa, al igual que los fritos ya que retrasan las digestiones y aumentan la sensación de calor.
Tomar 3 porciones de verduras u hortalizas cada día y 2 de fruta. Intentar tomar las verduras y hortalizas crudas al menos una vez al día, es recomendable optar por las ensaladas y consumir las frutas de temporada que nos refrescarán más, como son el melón, la sandía, las cerezas, la piña, los frutos rojos, etc. Además nos ayudarán a hidratarnos y nos aportarán vitaminas y minerales.
Evitar o reducir el consumo de platos muy calientes. Las legumbres por ejemplo, se pueden tomar en ensalada en vez de en plato de cuchara. Se puede optar por sopas frías como por ejemplo el gazpacho, el salmorejo, etc.
Los pescados se digieren más fácilmente que las carnes rojas por tanto, optar por un mayor consumo de pescado y elegir siempre las formas de cocinado menos grasas como el horno, la plancha etc.
También se aconseja reducir el consumo de alcohol y de cafeína.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética