No hay nada mejor que llenarnos de nuevos propósitos. La energía de un nuevo año nos hace pensar que tenemos una nueva oportunidad para generar algo diferente o mejorar algo de nosotros mismos. Pero muchas veces todos estos buenos deseos se quedan en «agua de borrajas»: o bien el entusiasmo nos dura sólo unos meses, o bien ni si quiera empezamos lo que hemos prometido.
Así que, ¿Cómo podemos hacer para aprovechar ésta buena energía del año nuevo y cumplir, de verdad, aquello que nos propongamos?
1.Ponte metas objetivas.
Si emocionado por el nuevo año decides hacer algo increíble y alucinante lo más probable es que acabes por no conseguirlo. Está genial ponerse metas que te reten, pero tienes también que tratar de no ponerte demasiada presión. La base de tener buenos propósitos es conocerse bien y saber de verdad qué es lo que puedes hacer.
Por supuesto esto no significa que te pongas metas tontas, tienes que forzarte a salir un poco de la ya conocida «zona de confort». La elección adecuada de las metas es vital para poder conseguirlas o no, así que piensalas y medítalas bien. No suele funcionar igual aquello que elegimos en un arrebato. Si las piensas y te las propones concienzudamente, es más que probable que se hagan realidad.
2. Organízate para crear hábitos.
Muchos de los propósitos de año nuevo tienen que ver con el cambio de hábitos. O bien queremos dejar de fumar, o bien nos proponemos adelgazar de una vez por todas. Lo mejor para esto es que te vayas organizando, con un calendario en la mano, para proponer cómo vas a ir introduciendo ciertas conductas.
La idea es que poco a poco las vayas haciendo de forma más automática y normal, hasta que ya no lo hagas de forma forzada sino que hayas desarrollado un hábito. Si consigues hacer de tu propósito un hábito, es cuando habrás conseguido cumplirlo, si no ahora, en un futuro muy próximo.
Lo bueno de organizar tus propósitos de año nuevo es que puedes ir fijando pequeñas metas . Estas metas significarán que tu objetivo está más cerca de cumplirse. De ésta forma, aunque el propósito sea más atrevido, te irás ilusionando al ir cumpliendo las pequeñas cosas que implican que vas a conseguirlo finalmente.
3. Busca herramientas que te faciliten la tarea y la hagan más real.
Dependiendo de tu propósito, seguro que encuentras una app en el móvil que te pueda facilitar, por ejemplo, apuntar tus comidas para recordar lo que has comido. O bien, si no eres fan de la tecnología, usa un cuaderno o una agenda. Si tu propósito de año no está ligado con nada que tenga que apuntarse, simplemente ponte una pulsera o algo que te recuerde que estás en una misión.
Este tipo de objetos convierten tu propósito en algo real y lo alejan del mundo de las buenas ideas para trasladarlo al mundo de la realidad.
4. Comparte tus propósitos.
No sólo para recibir frases de ánimo, ya que el principal motor de motivación tienes que ser tú mismo, sino para hacer tu propósito más real. Por una parte al expresarlo lo haces más patente, por la otra, te añades cierta presión cuando estés pensando en abandonar, sobre todo si la opinión de la persona con la que lo compartes te importa.
Si te comprometes con otra persona a la que le importe que cumplirás lo que te propones, tendrás más probabilidades de no rendirte.
5. Busca profesionales o expertos en cada temática.
En el mundo de internet puedes encontrar consejos y «pseudo-consejos» para cualquier cosa, pero muchas veces, lo mejor es tratar directamente con algún profesional o con alguien que haya conseguido cumplir lo que tú mismo te has propuesto. Que tengas una buena intención no significa que tengas que saber cómo cumplir tu objetivo ni cuáles son los pasos.
Por ejemplo, desde Adelgar, cumplimos en febrero de éste año 24 años ayudando a personas a perder peso y a sentirse mejor consigo mismas. Sabemos que su intención y su compromiso es vital, pero nosotros le ayudamos a conseguir que esa energía vital se convierta en resultados que le vayan alimentando la emoción poco a poco. Y que finalmente, cumplan sus sueños. Y no solamente porque sabemos cómo hacerlo sino porque tenemos amplia experiencia, y hemos vivido y solucionado todo tipo de situaciones.