Con la llegada de verano, es mucho más frecuente que se produzcan cortes de digestión en las playas o en las piscinas. Aunque también se pueden producir en cualquier época del año y en otros lugares que no sean de baño. El corte de digestión, también llamado golpe de agua o síncope por hidrocución, se trata de un trastorno de gravedad variable que consiste en una pérdida súbita de conocimiento como consecuencia del repentino impacto con el agua fría. Se produce sobre todo cuando la persona esta haciendo la digestión, después de una comida todo el flujo sanguíneo se concentra a la altura de las vías digestivas, dejando menor cantidad de sangre en el resto del cuerpo. Si durante este proceso, se produce un cambio brusco de temperatura, la sangre que está en el tubo digestivo tiene que dirigirse hacia otros órganos para contrarrestar el efecto, lo que puede provocar mareos y otros síntomas que conocemos como cortes de digestión.
También se puede producir el corte de digestión, aunque en menor medida, cuando hay una diferencia brusca entre la piel del individuo y la del agua, como en casos de una exposición prolongada al sol y con la piel muy caliente decide darse un baño, al ingerir bebidas muy frías si antes se ha realizado un ejercicio físico intenso…
Las comidas copiosas favorecen los cortes de digestión, ya que el organismo digiere más lentamente los alimentos.
LOS SÍNTOMAS:
El individuo siente un malestar general, que comienza con:
– Mareos
– Sudoración intensa
– Palidez en la piel
– Pulso más débil
Todos estos síntomas pueden provocar pérdida de conocimiento y descenso de la presión arterial. En casos muy extremos puede producirse una parada cardio-respiratoria.
En estos casos, hay que tumbar al paciente y levantarle un poco las piernas para tratar el mareo. Hay casos en los que se pueden producir vómitos y diarrea. En este caso se le daría al paciente suero y una dieta liquida.
En definitiva, lo más importante para la persona que ha sufrido un corte de digestión, es el reposo, la rehidratación y el aumento de la tensión. Lo normal es que en unas dos horas, el paciente recupere la normalidad.
PREVENCIÓN:
Un corte de digestión puede ser muy serio, por lo tanto lo más importante es la prevención.
Puede afectar tanto a mayores como a niños y adultos, y en cualquier momento del año aunque siempre se corre más riesgo en la época estival, ya que es más habitual darse chapuzones en playas y piscinas.
– Después de una comida, respetar unas 2-3 horas de reposo antes de sumergirse en el agua fría
– Evitar ducharse o bañarse con agua fría mientras se está haciendo la digestión
– Después de una exposición prolongada al sol o de un ejercicio muy intenso, no entrar al agua fría de manera brusca, sino lentamente.
– Cuando entremos en el agua (playa, piscina) lo haremos progresivamente, para que nuestro cuerpo se vaya adaptando al cambio de temperatura.
– Después de realizar un ejercicio físico muy intenso, evitaremos tomar bebidas muy frías de forma rápida.
Lorena Mateos García
(Técnico Superior en Dietética)