La piña es una fruta que se cultiva en climas tropicales, puede cultivarse en cualquier época del año aunque la mejor es en otoño.
Puede consumirse fresca o en conserva, ya sea como postre o como ingrediente de algún plato. También se obtiene de la piña zumo y mermelada.
Es una fruta baja en calorías con alto contenido en agua y que apenas contiene grasa. Nos aporta fibra y carbohidratos. Es rica en minerales entre los que destaca el potasio; aunque también contiene el magnesio y el manganeso; y también es rica en vitaminas como la C, A, B1, B2, B6 y ácido fólico.
La piña contiene bromelina que es una enzima que digiere las proteínas ayudando y facilitando por tanto las digestiones. Esta enzima se destruye con el calor por eso es mejor consumir la piña fresca.
También mejora las infecciones de laringe, faringe, cistitis, etc.
La bromelina fluidifica la sangre mejorando la circulación y ayuda en casos de hipertensión. Esta enzima también digiere las grasas y tiene efecto saciante por lo tanto, es interesante el consumo de este alimento en dietas de adelgazamiento.
Además tiene acción antiinflamatoria, antiséptica, desintoxicante y diurética. Gracias a su acción antiinflamatoria es muy útil para aliviar dolores articulares.
Debido a su contenido en vitamina C nos protege de la acción de los radicales libres que causan enfermedades como el cáncer, aterosclerosis, problemas cardiovasculares, artritis reumatoide, etc. y refuerza nuestras defensas.
La piña gracias a sus antioxidantes nos protege también de la degeneración macular, es decir protege la salud de nuestros ojos.
Noemí Rodríguez Palacios
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética