Es una técnica de depilación duradera y efectiva. Cada vez es más común y lo realizan tanto mujeres como hombres.
El tratamiento es rápido, eficaz e higiénico. Se puede realizar en cualquier zona del cuerpo como axilas, pecho, espalda, ingles, piernas, etc. Los resultados son visibles desde la primera sesión. Consigue eliminar un 80-90% del vello.
Se debe evitar tomar el sol antes y después de realizar el tratamiento. El láser ataca a la melanina, por tanto si bronceamos la piel hay riesgo de quemadura. Cuanto mayor sea el contraste de color entre la piel y el vello, y más grueso sea, será mucho más eficaz.
Se recomienda no utilizar pinzas, cera u otras técnicas de depilación que arranquen el vello de raíz, ya que de esta manera extraemos el folículo y el láser no puede actuar sobre el mismo; lo mejor antes de la sesión de láser es rasurar la zona.
El día de la sesión no se debe aplicar perfumes, ni cremas ni desodorantes.
Este tipo de tratamiento es recomendable que lo realice un médico ya que según el tipo de piel ajustará mejor la potencia para que el tratamiento sea más eficaz y no se llegue a quemar el paciente.
Las sesiones se suelen espaciar al inicio en dos meses, durante ese tiempo el paciente debe estar limpio de pelo si la sesión ha sido eficaz. A medida que se van realizando sesiones, el vello se debilita y sale menos cantidad, por lo que puede que el tiempo entre sesiones se vaya espaciando más.
En nuestro centro utilizamos láser diodo que se caracteriza por tener una longitud de onda más larga que las otras opciones disponibles en el mercado, y penetra en mayor profundidad en la piel. Es llevado a cabo por un médico, el cual asesora sobre el número aproximado de sesiones necesarias de cada paciente.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética