El pescado se consume durante todo el año, sin embargo, su mejor época es durante los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo. Es un pescado muy común en las costas europeas. Este pescado normalmente se consume fresco, pocas veces lo encontramos congelado.
Presenta un cuerpo ovalado, normalmente mide entre 20-40cm. y pesa alrededor de 5kg. Posee ojos saltones y un cuerpo compacto. Es de color rojizo por el dorso y gris plata por el vientre y los lados. Detrás de la cabeza tiene una mancha negra característica, que permite diferenciarlo de otras especies.
Su aporte calórico es moderado, unas 85kcal por cada 100g, ya que se trata de un pescado semigraso. Dentro de la grasa que presenta, es bajo en grasa saturada y su mayoría está compuesta de ácidos grasos mono y poliinsaturados. También es rico en proteínas y no contiene carbohidratos.
Posee un contenido elevado en purinas, por lo que las personas con el ácido úrico alto o gota deben evitar su consumo.
Dentro de las vitaminas que contiene se debe destacar la B12, pero también se encuentran otras como la B3, B6, A, E, etc.
En cuanto a los minerales abundan el potasio, fósforo, calcio, magnesio, hierro y el selenio.
El besugo nos ayuda a mantener en buen estado nuestros huesos y dientes gracias a su contenido en fósforo, calcio, y magnesio. También son importantes estos dos últimos minerales para un correcto funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
Nos aporta hierro aunque en menor cantidad que las carnes, pero puede ser interesante para evitar la anemia ferropénica.
También nos beneficia los antioxidantes que contiene, ya que nos previenen de las enfermedades degenerativas, enfermedades cardiovasculares, el cáncer, los signos del envejecimiento, etc.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética