El plátano es una fruta tropical de forma alargada y un poco curvada. Los plátanos más conocidos son los que tienen la piel de color amarillo, pero también existe el plátano rojo que se cultiva en Tailandia. La pulpa es de color blanco o amarillento y carnoso.
El plátano es una fruta muy nutritiva y energética, comparándolo con las demás, debido a su alto contenido en carbohidratos.
Además aporta bastante fibra por lo tanto nos ayuda a sentirnos saciados y a regular la función de nuestro intestino. También reduce el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad, cáncer, etc.
Proteínas y grasa no tiene grandes cantidades pero sí más que otras frutas.
En cuanto a los minerales destaca por su gran contenido en potasio y magnesio. El potasio ayuda a eliminar los líquidos retenidos y a regular la tensión arterial. El magnesio forma parte de las estructuras óseas y ayuda a regular el buen funcionamiento del sistema nervioso y del aparato locomotor.
También contiene otros minerales como el fósforo, cinc, calcio, hierro, etc.
Por su contenido en carbohidratos, minerales y energía, es un buen complemento para personas con gran actividad física, como los deportistas.
Dentro de las vitaminas se encuentran la B1, B2, B3, B6, A, C, y E.
También contiene compuestos antioxidantes y taninos, que ejercen funciones beneficiosas sobre el organismo.
Los plátanos estimulan la digestión y abren el apetito; protegen la mucosa intestinal y ayudan a curar y a cicatrizar las úlceras gástricas. Nos levantan el ánimo, nos hacen sentir más relajados y de mejor humor ya que contienen triptófano, que es un aminoácido que se convierte en serotonina y ésta es la responsable de estos beneficios.
Cuando compremos plátanos, no debemos guardarlos en la nevera ya que se estropean y pierden su sabor.
Noemí Rodríguez Palacios
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética