Poco a poco vamos desterrando los mitos acerca del embarazo, como ese tan peligroso de que «hay que comer por dos». Y es que todo lo contrario, el embarazo ha de ser una oportunidad para que aprendamos a comer mejor que nunca.
Pero, ¿Y en cuanto al deporte? ¿Es bueno que realicemos deporte durante el embarazo o que incluso empecemos a realizarlo? ¿Qué precauciones tenemos que tomar? Pues eso os vamos a responder en este post.
Como respuesta principal: no. No es desaconsejable en absoluto hacer deporte durante el embarazo, siempre que esta actividad sea moderada el feto no se va a ver perjudicado de ningún modo. De hecho, todo lo que beneficie a la mamá, y este es el caso, es perfecto. Hacer ejercicio y mantener el tono muscular es muy importante después del parto, sobre todo para no tener problemas lumbares ni otros, y además, evitar la diabetes gestacional.
Eso sí, toda actividad física debe estar supervisada por el obstetra, aunque normalmente se recomienda realizar aeróbicos suaves y que no conlleven ningún tipo de sobrecarga. En estos ejercicios la frecuencia cardíaca no debe superar los 100 latidos por minuto, y es aconsejable realizar 30 o 40 minutos diarios, 3 veces por semana. No empieces una actividad fuerte si no estás acostumbrada de siempre a hacerlo.
Si estás embaraza y quieres seguir con tu rutina, pon atención a estos sencillos consejos:
-Durante el primer trimestre, es aconsejable solo caminar, hasta que nos aseguren que el feto está bien implantado en su lugar.
-Si la actividad elegida es la bicicleta, hacerla en lugares bien ventilados, para que la temperatura corporal no aumente y siempre con una correcta hidratación, ya que por la transpiración se pueden perder sales, potasio y magnesio.
-Pilates o yoga: Son ejercicios para mejorar la postura y no aeróbicos. No están contraindicados, pero si que hay que realizarlos con cuidado, por el propio peso del bebé, y evitar daños en lumbares o articulaciones.
– La actividad más aconsejada es la natación, ya que simplemente el hecho de meterse al agua, provoca presión sobre el cuerpo, lo que ayuda a eliminar líquidos retenidos y es beneficiosa para combatir edemas.
Ahora bien, a pesar de que se aconseja estar activa durante esta etapa, las embarazadas no deberían realizar deportes de impacto, y siempre se aconseja de manera subjetiva, ya que hay mujeres que tienen más tolerancia que otras.