Se acercan las navidades. Unas preciosas fechas para estar con nuestra familia y amigos. Y unas preciosas fechas donde… ¡No vamos a negarlo! Se come más de la cuenta. No os preocupéis, no vamos a prohibiros que, en fechas tan especiales, disfrutéis con vuestra familia de los platos más suculentos, pero sí vamos a daros ciertos tips para poder «minimizar» al máximo los efectos de éstas comilonas, en especial para los más pequeños de la casa.
De esta forma, no sólo les estamos regalando aquéllo que le han pedido a los reyes magos, sino algo mucho más valioso, y encima, gratis: su salud. Y es que incorporar en los más pequeños hábitos saludables es probablemente uno de los mayores valores que podemos inculcarles como padres. Aprovechar fechas de grandes eventos especiales, como las navideñas, puede ser una oportunidad para que aprendan a diferenciar cuándo pueden cometer un exceso, y por qué, y cómo solucionarlo o contrarrestarlo. ¿Queréis conocer nuestros tips? ¡Vamos allá!
Intenta no descuadrar demasiado sus horarios.
Entendemos que en estas fechas es difícil cuadrar con todos los invitados, pero intenta no provocar demasiados cambios en los hábitos de tus hijos. Los horarios de comidas y de sueño son muy importantes, así que intenta que sean sólo los días especiales los que nos salgamos de los horarios, y a poder ser que no se cene o coma demasiado tarde. Si ves que no hay forma de adeltantar la cena o la comida a las horas en las que ellos están acostumbrados, ayuda a tus hijos con tentempiés ligeros para que no lleguen a la comida con demasiada ansiedad y se llenen más de lo necesario, con las consiguientes molestias que ésto puede ocasionarles.
Compensa las comidas más calóricas con otras más ligeras a lo largo del día.
Es cierto que existen ciertas comidas y cenas que van a ser calóricas, y como muchas veces a lo largo de nuestra vida, no pasa nada porque sea así siempre que sean ocasionales. Intenta, eso sí, que el resto de comidas no sean tan calóricas. Si es la comida de navidad, intenta que la cena sea ligera y poco calórica. De ésta forma no sólo ayudas a tus hijos a que pasen una mejor noche, sino que les enseñas la importancia de compensar las comidas calóricas con otras, y entender cuándo están haciendo un exceso. No hemos de sentirnos culpables por haber comido de más, simplemente tenemos que poner medios para disminuir los efectos que esto pueda ocasionar con el resto de comidas.
Platos apetecibles y adaptados para niños.
La navidad es un momento muy especial para que los niños se atrevan a probar nuevas texturas y sabores, así como platos nuevos. Es un perfecto momento para que abran su mente hacia las maravillas que tiene nuestra gastronomía, y se salgan de los platos a los que están más acostumbrados. Para ello siempre es bueno que intentes que les llame la atención su plato con formas divertidas o presentaciones simpáticas. Acuérdate en Nochevieja de quitarle las pepitas a las uvas para que pueda probar y degustar esta maravillosa fruta que tantos beneficios tiene para la salud.
Controla el consumo de azúcar, grasas y sal.
Mantecados, turrones, mazapanes, carnes rojas… todos estos alimentos son muy comunes en Navidad. Solemos tenerlos distribuidos por la casa en bonitos platillos para que puedan ir tomándose cuando nos parezca oportuno. Esto queda muy adornado en la casa pero hay que tener en cuenta cómo manejarlo. Intenta que tus hijos no se hinchen demasiado con estas cosas, explícales que no han de tomarlos demasiado a menudo o, si son muy pequeños, trata de que no estén demasiado accesibles.
Además, como sabes, existen muchas formas de hacer platos sabrosos y espléndidos cuidando de no excedernos con estos tres ingredientes. El exceso de sal puede corregirse con especias, las grasas con la elección de pescados para los platos principales, o cremas de verduras y ricas sopas para ayudar a la digestión de platos fuertes de segundo.
No te olvides del consumo frecuente de agua.
Cuando estamos en Navidad solemos abusar más de lo normal de bebidas con azúcar y refrescos, así como zumos para los niños. Intenta reducir su consumo, pues es perjudicial, y ayuda a que beban agua con asiduidad, sobre todo cuando están comiendo grasas y azúcares con mucha frecuencia. Mantener su cuerpo hidratado les ayudará a poder digerir mejor y a asimilar los nutrientes.
Vacaciones no significa Televisión y «Play».
En estas vacaciones hace frío, así que nos preocupamos menos que en las vacaciones de verano de que los niños hagan actividad física. ¡Pues nada de eso! Recuerda que los niños no tienen colegio y que su actividad física va a bajar considerablemente comparada con la que tienen en periodo escolar. Intenta que salgan, jueguen fuera, bailen, y no abusen durante horas de la televisión y los videojuegos. Un buen consejo es que te involucres en sus actividades y paseos deportivos… ¡Ya verás como así se animan!
Involucrales a la hora de preparar las comidas.
Es importante que los niños entiendan el esfuerzo y el trabajo que lleva la preparación de las comidas. Una buena forma es que aprendan a cocinar contigo, y aproveches este momento para comentarles qué alimentos son los apropiados y cómo han de cocinarlos para tener una vida saludable. Será un momento precioso en familia y lleno de valores para los tuyos.
¡A pasarlo bien!
Y lo más importante. Aprovecha estas navidades para compartir tu tiempo con tus pequeños, jugar y pasarlo bien. Practicar el positivismo y el amor es precioso en cualquier momento de la vida, y la Navidad suele recordarnos que tiene que ser así.
Desde Adelgar te deseamos toda la felicidad del mundo para tí y los tuyos.
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