La sandía es una fruta típica del verano, esférica, cuyo peso medio es de 2,5kg. La pulpa es carnosa, suele ser de color rojo aunque también hay variedades de color rosado o amarillento; con pepitas negras y la cáscara es de color verde más, o menos oscuro.
Su sabor es dulce y es muy refrescante ya que la mayor parte de su composición es agua, por lo que nos ayuda a hidratarnos. Presenta muy pocas calorías así que es apta para las dietas de adelgazamiento. El sabor dulce se lo confieren los carbohidratos, cuya cantidad está en torno al 6%.
Contiene vitamina C y otras del grupo B. También beta carotenos entre los que está el licopeno que le da ese color característico rojo.
En cuanto a los minerales se encuentran el potasio, magnesio, fósforo, calcio, etc.
La sandía es diurética por lo que nos ayuda a regular la tensión arterial, a eliminar los líquidos retenidos, a eliminar toxinas, etc.
Nos aporta antioxidantes que nos protegen de la acción de los radicales libres, causantes del envejecimiento y de las enfermedades degenerativas.
Ayuda a reforzar el sistema inmune y a formar y mantener nuestras estructuras corporales, así como a un correcto funcionamiento del sistema nervioso.
Nos ayudará a calmar la sed durante estos meses de calor, por lo que es muy recomendable su consumo, por ello y por los beneficios que nos aporta.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética