La vainilla es un fruto originario de México. Es una vaina delgada y alargada, que puede ser de color negro, pardo, pardo rojizo o amarillento; según las distintas clases que existen. En el interior contiene las semillas que tienen un aroma intenso, dulce y muy agradable.
La vainilla se utiliza en muchos perfumes, en productos de cosmética, aceites, y en este caso lo que más nos interesa, para dar sabor y aroma en muchos alimentos y platos, sobre todo en confitería, repostería y pastelería.
La vainilla la podemos encontrar en el mercado en vaina, en polvo, en extracto y como azúcar avainillado.
La vainilla destaca por su aporte en agua y en carbohidratos. Dentro de los minerales destacan el potasio, magnesio, calcio, zinc, hierro, sodio y fósforo. En cuanto a las vitaminas contiene vitaminas B1, B2, B3 y B6. También presenta taninos, ácidos y compuestos aromáticos.
A la vainilla se le atribuyen las siguientes propiedades medicinales:
- Afrodisíaca. Se ha utilizado desde la antigüedad como afrodisíaco natural para aumenta la libido y tratar la impotencia.
- Relajante. Se utiliza en aromaterapia para calmar y relajar. También es un antidepresivo natural y puede ser interesante en casos de ansiedad.
- Analgésica. Alivia los dolores musculares, de cabeza, etc.
- Antipirética. Ayuda a bajar la fiebre.
- Antibacteriana. Contiene compuestos antisépticos y antibacterianos.
- Antirreumática.
- Antioxidante. Nos protege de los daños que producen los radicales libres.
- Estimula el aparato digestivo. No se aconseja en casos de descomposición.
La vainilla debe conservarse en lugar fresco y seco, nunca en nevera, en envases herméticos de cristal.
Noemí Rodríguez Palacios
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética