En la actualidad están de moda las dietas cetogénicas ya que ayudan a bajar peso rápidamente; pero hay que tener cuidado con ellas ya que pueden producir problemas de salud.
Estas dietas se basan en consumir grandes cantidades de proteínas y reducir en gran medida los carbohidratos. Las proteínas aportan sensación de saciedad y el organismo para digerirlas consume más energía.
Los carbohidratos son la principal fuente de energía del organismo y tenemos reservas en forma de glucógeno, si los limitamos, el cuerpo tirará de esas reservas y a continuación recurrirá a la grasa para obtener dicha energía. Además las reservas de glucógeno retienen mucha agua, por tanto, cuando las agotamos perdemos mucho líquido y la bajada de peso se nota más rápido. Pero realmente esa bajada corresponde sobre todo a agua y no a grasa.
Estas dietas al utilizar la grasa como fuente de energía, en su descomposición se producen cuerpos cetónicos y se entra en un estado de cetosis, con el cual se debe tener cuidado ya que es perjudicial para la salud.
Los cuerpos cetónicos tienen un carácter ácido, por tanto, acidifican la sangre y sobrecargan el hígado y el riñón.
Además se debe tener en cuenta que el cerebro utiliza la glucosa como alimento, si no los tiene se producen mareos, dolores de cabeza, náuseas, fallos en el sistema nervioso, falta de atención, etc.
Se suele caracterizar con un mal aliento, sudor y orina con olor fuerte, etc.
Aumenta la sed, se producen problemas para conciliar el sueño, arritmias, debilidad, estreñimiento, cambios de humor, pérdida de vitaminas y minerales como el calcio, etc.
Con estas dietas también se puede producir una pérdida de masa muscular, por lo que dará lugar a una ralentización del metabolismo. Una vez que se deja la dieta se produce el efecto rebote y se suele coger incluso más peso del que se tenía inicialmente.
No se pueden realizar durante mucho tiempo ni sin control profesional.
Lo más indicado es hacer una dieta variada, equilibrada y sana con la cual, puede que el adelgazamiento vaya más despacio, pero de una forma sana sin poner en riesgo la salud, y sobre todo segura, es decir, sin que se produzca al final el efecto rebote.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética