Durante el otoño comienza la temporada de setas. Muchas personas van al campo a recogerlas pero se debe entender sobre éstas, ya que existen setas comestibles y setas no comestibles que son tóxicas o venenosas.
Son bajas en calorías ya que en su composición predomina el contenido en agua, por tanto son aptas para incluirlas en una dieta de adelgazamiento. Nos aportan carbohidratos y proteínas, y contienen poca grasa. Además contienen fibra que nos ayudará a sentirnos más saciados, a regular el tránsito intestinal, a reducir el colesterol, regular la glucemia, etc. Dentro de los compuestos que forman la fibra de las setas se encuentra la quitina.
Dentro de los minerales contiene potasio, yodo, calcio, magnesio, fósforo, hierro, sodio, etc. En cuanto a las vitaminas se encuentran la vitamina B1, B2, B3, B6, A, C, E, etc.
Gracias a su composición nos aportan una serie de beneficios:
- Ayudan a regular la tensión arterial.
- Son diuréticas, por lo que mejoran la eliminación de líquidos.
- Intervienen en la regulación del metabolismo y el funcionamiento de la tiroides, ya que contienen yodo.
- Regulan el funcionamiento del sistema nervioso y muscular.
- Nos aportan nutrientes que forman parte de nuestras estructuras.
- Estimulan el sistema inmunitario.
- Proporcionan ácido fólico que interviene en la formación de células y previene defectos congénitos en el cerebro y la columna vertebral del feto.
- Aportan antioxidantes para mantener en buen estado nuestras estructuras y prevenir el envejecimiento.
- Algunas se utilizan para curar enfermedades, fluidificar la sangre, protección de las arterias, etc.
El consumo de setas no está indicado en personas con gota, ácido úrico o litiasis renal.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética