El masaje anticelulítico actúa sobre el tejido conjuntivo aportando calor, favoreciendo la irrigación, y el drenaje linfático y venoso, actuando sobre la circulación, activándola y mejorando el metabolismo celular de la zona.
Este tipo de masaje, ayuda a eliminar la celulitis, se favorece la reabsorción y el drenaje de líquidos que se retienen a nivel del tejido conjuntivo, liberando los ácidos grasos y toxinas acumulas en la zona a tratar.
La técnica utilizada en la ejecución consiste en movimientos lentos y profundos realizados con los nudillos de las manos, entre otros, ejerciendo presión sobre el tejido y deslizando siempre de abajo a arriba, influyendo sobre las venas para conseguir así una mejora en la eliminación de toxinas mediante el sistema venoso de retorno.
Con este tipo de masaje reductores se favorece la penetración de sustancias activas, ya que se movilizan y estimulan los tejidos. De esta manera se eliminan todas las adherencias que poseen los nódulos, se evita la flacidez y también se estimulan las terminaciones nerviosas.
El masaje anticelulítico no presenta ninguna contraindicación, debido a que es una técnica natural. Pero es importante que este masaje no sea realizado en casos donde la persona presente quemaduras, eczemas, enfermedades circulatorias como la trombosis, flebitis… Hay que tener precaución a la hora de realizar este tipo de masaje en mujeres embarazadas.
Las zonas a tratar pueden ser piernas, muslos, glúteos y abdomen. La duración de cada sesión es de media hora aproximadamente, y se recomienda como mínimo hacer uno a la semana.
Para que el tratamiento resulte más efectivo, es fundamental cambiar los hábitos alimenticios, llevando una alimentación adecuada que ayude a esa eliminación de toxinas y si es necesario también a la pérdida de peso.