El test genético de la obesidad, es una prueba para la prevención de la obesidad y para una mejora de la salud a través de cambios en la dieta.
El objetivo de este test, es identificar la predisposición hereditaria responsable de nuestra morfología corporal y sus cambios, ayudando así a personalizar una dieta de forma saludable y que se adapte a las necesidades de cada persona.
Con este test, se analizan mediante una muestra de saliva, 30 SNP’s (polimorfismos de nucleótido único) de 12 genes relacionados con la predisposición al sobrepeso y la obesidad.
También se analizan el equilibrio energético, la regulación del apetito, saciedad e ingesta emocional y la pérdida de peso en respuesta al ejercicio.
Predisposición genética a la obesidad (Estudios de asociación de genomas completos)
Hay estudios que aseguran que existen diversos genes que son responsables del riesgo de sobrepeso y obesidad.
Los principales son los genes MC4R y FTO que están implicados en la regulación del peso y de la ingesta de energía.
Equilibrio energético (Estudios de genes candidatos)
Conocer el balance energético y aplicarlo en nuestras vidas es esencial para mantener una buena salud y figura.
El balance energético es el equilibrio entre la energía que se consume y la energía que se gasta en la actividad diaria.
La energía consumida a través de la alimentación diaria tiene 4 fases:
- La absorción: Proceso por el que los nutrientes alimenticios pasan a la sangre para ser repartidos por todo el cuerpo. Genes relacionados: FABP2 y FADS.
- Trasporte: Los nutrientes absorbidos en el sistema digestivo son transportados por el sistema circulatorio, a todas las células. Genes relacionados: APOA5 y LPL.
- Almacenamiento: El exceso de energía que se almacena en forma de grasa en el cuerpo, es causado por un consumo de energía mayor que el gasto calórico por la actividad diaria. Genes relacionados: PPAR.
- Metabolismo: Destrucción de las moléculas energéticas (ácidos grasos) para la liberación de energía (calorías). El gen relacionado es ADIPOQ.
En este proceso, los factores condicionantes son muchos: unos que provienen de factores ambientales y otros de factores genéticos.
Las variantes genéticas provocan que las proteínas o enzimas responsables de estos procesos ralenticen o aceleren de forma consecuente su actividad, provocando alteraciones en alguno de estos procesos, lo que conlleva a un mayor riesgo de sobrepeso, obesidad y riesgo cardiovascular.
Apetito, saciedad e ingesta emocional (Estudios de genes candidatos)
Diversos estudios nos dicen que determinadas variantes genéticas en los genes MC4R y FTO están asociadas a la capacidad de cada persona de saciar el apetito.
Los genes que se relacionan con la ingesta emocional son DRD2 (gen clave en los circuitos neuronales de la dopamina) y el gen OPRM1 (gen clave en los circuitos neuronales opioides, que conducen a la producción de dopamina y determinan el nivel de placer).
Una actividad desequilibrada entre los diferentes circuitos neuronales, conduce a menudo a comer emocionalmente.
Pérdida de peso en respuesta al ejercicio
Diversos estudios han demostrado que determinadas variantes genéticas en los genes relacionados (ADRB2 y ADRB2) se asocian a personas con una mayor predisposición a la pérdida de peso al realizar ejercicio.
El estudio y aplicación de este test a la dieta y a un tratamiento personalizado para adelgazar facilita la no expresión de los rasgos genéticos y por lo tanto que no se manifiesten las posibles alteraciones; además de un mayor éxito y mejores resultados.