En el pensamiento chino existe una teoría de dos principios opuestos y complementarios que están en un cambio constante (teoría del Yin y el Yang). Para ello se basan en la observación de la Naturaleza, y posteriormente en los ciclos climáticos. Estos dieron lugar a la teoría de los 5 elementos: Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua, que a su vez están relacionados e interactúan entre ellos.
La estación intermedia, está representada por la Tierra, es la quinta trayectoria, el Centro. Esta estación es húmeda y de corta duración, y nos lleva a una conducta y una actitud estable y equilibrada. En ella se relaciona a la Tierra con el bazo y el estómago.
La estación de invierno, está representada por el Agua, y alcanza el Norte en el ciclo estacional. Es la estación de la sensibilidad y tranquilidad. En ella se relaciona el Agua con los riñones y la vejiga.
La estación de primavera, está representada por la Madera, y se inicia en el punto cardinal Este, por donde nace el Sol. Se caracteriza por los días largos y nos estimula a la renovación, al cambio y a la creatividad. En ella se relaciona la Madera con el hígado y la vesícula biliar.
La estación del verano, está representada por el Fuego, que refleja el brillo y la fuerza del Sol y llega al Sur en el ciclo estacional. Época que nos provoca vitalidad y entusiasmo. El Fuego está relacionado con el corazón y el intestino delgado.
La estación del otoño, está representada por el Metal, y finaliza en el punto cardinal Oeste, coincidiendo con la puesta del Sol. En esta época los días son más cortos y empieza a hacer frío, llevándonos a la contemplación y reflexión, incitándonos a la calma. El Metal se relaciona con los pulmones y el intestino grueso.
El sistema del pulmón en la medicina china, conlleva conexiones en el cuerpo con el pulmón físico y desequilibrios relacionados con el sistema pulmonar, el meridiano del pulmón de acupuntura, y afecciones desde alergias, asma, catarros y gripes, e incuso depresión.
En la medicina china, todo órgano está emparejado con otro. En el caso del pulmón (órgano Yin), este está emparejado con el intestino grueso (víscera Yang).
En esta época del año son los encargados de gobernarnos, por lo que tenemos que prepararnos para las inclemencias climáticas. Para ello debemos llevar una alimentación adecuada, la cual nos nutra y a la vez proteja nuestro sistema inmunitario.
Enfermedades comunes en otoño:
- Depresión: En otoño es debida a que se ven afectados los niveles de melatonina (hormona que regula el sueño y temperatura corporal) y de serotonina (hormona de la felicidad), por los cambios de la luz solar, lo que provoca cansancio, somnolencia y tristeza.
Trastornos digestivos: En esta época son más comunes las enfermedades de tipo gastrointestinal, debido a los virus que penetran en nuestro organismo, por vía aérea o por bacterias y parásitos a través de los alimentos o por la bajada de defensas. - Ojos: Debido a la humedad, aumentan las infecciones en las mucosas, provocando conjuntivitis, como una de las enfermedades más comunes en esta época.
Corazón: Por los cambios de temperatura que el cuerpo sufre, el corazón tiene un mayor desgate y eso puede provocar una sobrecarga en el sistema cardio-respiratorio. - Piel: Es el órgano más grande que existe en el cuerpo humano y también respiramos a través de ella, por lo que es muy importante mantenerla sana. A consecuencia de la humedad y del frío, aparecen afecciones en la piel, como alergias, sequedad o infecciones por hongos…
- Trastornos respiratorios: Debido a las partículas que se encuentran en el aire y bacterias de alimentos, aparecen infecciones agudas en el tracto respiratorio.
RECOMENDACIONES:
- Evitar tomar alimentos fríos y crudos (ensaladas, frutas tropicales…) e intentar tomar más caldos y sopas.
- Muy recomendado tomar alimentos picantes, como la cebolla, el puerro, el ajo, ya que la medicina china dice que nos ayuda a expulsar “energía perversa”, es decir, virus y otros agentes patógenos, debido a que la temperatura corporal aumenta, así como la sudoración.
- Tomar verduras de raíz (zanahoria, el rábano o nabo), robustecen el intestino grueso, plantas de raíz profunda (kuzu), fortalecen el intestino y sistema linfático y el Lotus que favorece la limpieza de los pulmones.
- La calabaza, en esta época, es una buena fuente de fibra con alta presencia de mucílagos que suavizan las mucosas del tracto gastrointestinal y mejoran el tránsito; también aporta altos niveles de saciedad
- Tomar cereales como el arroz integral, la legumbre o el alga de mar hiziki.
- Reducir o evitar tomar lácteos, ya que provocan mucosidad en los pulmones.