La vitamina C o ácido ascórbico ayuda al cuidado del hueso, dientes y vasos sanguíneos ya que es beneficiosa para la formación y el mantenimiento de colágeno (proteína que interviene en la cicatrización de heridas).
Su bajo nivel se asocia a diferentes patologías (enfermedad cardiovascular, hipertensión, derrames cerebrales y arterosclerosis).
Es una vitamina hidrosoluble que en el cuerpo actúa como antioxidante. Tiene acción anti-infecciosa y antitóxica y ayuda a la absorción del hierro en el organismo.
Los seres humanos no somos capaces de sintetizarla en el organismo, por ello hay que incorporarla a través de la dieta.
Su aporte diario varía según la edad, sexo, grupo de riesgo…La ingesta recomendada es 90mg para el hombre y 75 mg para la mujer.
Alimentos ricos en Vitamina C
– Kiwi
– Pimiento rojo y verde
– Tomate
– Espinacas
– Naranja
– Limón
– Brócoli
– Coliflor
– Fresas
– Coles de Bruselas
– Melón
– Perejil
– Mandarina
El contenido de vitamina C de un alimento disminuye si se cocina o ha sido almacenado durante un tiempo prolongado. Al cocinar al vapor o en microondas la pérdida de vitamina C es menor.
Laura González Chavarrías
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética