El terraceo, las cervecitas y el tiempo libre compartido junto a familia y amigos son ingredientes clave del verano que, a priori, pueden parecer enemigos de una dieta para bajar de peso. Sin embargo, esto no tiene porqué ser así.
El verano puede ser una estación ideal para perder kilos si sabes cómo poner en marcha unos hábitos de vida y alimentación saludables. Si tu objetivo es adelgazar en verano y alcanzar tu peso ideal, no te pierdas estos 4 tips que hemos preparado para ti porque te lo van a poner muy fácil.
1 Perder peso lleva tiempo
Este tip es el primero que debes tener en cuenta antes de iniciar un tratamiento para adelgazar en verano. Si durante los últimos meses has acumulado un exceso de peso en tu cuerpo o padeces sobrepeso u obesidad desde hace tiempo, no puedes pretender librarte de él en dos semanas ni en un mes.
Adelgazar no es una carrera ni necesitas perder todas las calorías acumuladas en tiempo récord. De hecho, esas dietas rápidas que se suelen basar en suprimir ciertos nutrientes o sustituirlos por infusiones, batidos o tés suelen derivar en un efecto rebote y acabarás ganando más peso del que perdiste.
Lo más importante es que comprendas cuáles son las rutinas adecuadas para alimentarte de una forma sana, las comiences a implementar poco a poco y seas capaz de mantenerlas en el tiempo.
2 Hidrata tu cuerpo
La hidratación es fundamental durante todo el año, más si cabe en verano cuando estamos expuestos a altas temperaturas. Por consecuencia, sudamos y transpiramos más, y es especialmente importante que consumas suficiente cantidad de agua (mínimo 1,5 litros al día).
El agua te ayudará a incrementar tu sensación de saciedad, así como a mantener tu metabolismo limpio y activo, un punto importante en un proceso de pérdida de peso. Así lo demostró este estudio publicado en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, cuyos estudios revelaron que beber 2 litros de agua al día contribuye a aumentar el gasto energético en hasta 95 kcal.
Los momentos más propicios para beber agua: por la mañana para depurar el organismo y media hora antes de las comidas para aumentar la sensación de saciedad. Puedes consumirla sola o añadirle unas gotas de limón. Además de aportar vitamina C a tu cuerpo, te ayudará a reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés) relacionada con el almacenamiento excesivo de grasa.
3 Deja hueco en tu nevera para frutas y verduras
Si algo tiene el verano es que nos ofrece una variedad inmensa de frutas y verduras que podemos incorporar en nuestra dieta y que nos ayudarán a perder peso. Además, a medida que las temperaturas aumentan, las ganas de consumir sopas, cocidos o platos de alto poder calórico decaen.
En la época estival, las ensaladas pueden ser tu gran aliado para adelgazar. Son fuente de fibra y proteínas saciantes que te cuidan por dentro y por fuera. Huye de las típicas ensaladas y disfruta creando recetas originales que incorporen frutos secos como pipas, almendras o nueces. Son geniales para tu corazón.
También puedes hacerlas más atractivas y convertirlas en plato único añadiéndoles pescados ricos en Omega-3 (salmón, sardina, bacalao, atún…), así como carnes magras con bajo contenido en grasas y colesterol como el pavo o el pollo.
4 Apuesta por la vida activa para vencer al sobrepeso
El ejercicio siempre ha sido el complemento perfecto a una dieta efectiva en cualquier estación del año, también en verano. Aprovecha el buen tiempo para salir a la calle y practicar tu actividad favorita.
Debes saber que la exposición a la luz solar se asocia con una mayor quema de grasa ya que influye en la función metabólica y potencia la pérdida de peso, según demostró este estudio llevado a cabo desde la Universidad Simon Fraser de Canadá. Aprovecha las primeras horas de la mañana para salir a caminar, correr o dar un paseo en bicicleta. Verás cómo notas los resultados.