¿Recuerdas qué pensaste cuando oíste a alguien llamarte por primera vez señora o señor? Seguro que una mezcla de sorpresa y resignación recorrió tu cuerpo. Cuando alguien nos trata de señor o señora significa que estamos llegando a una etapa vital seria: la madurez.
Nuestro alrededor ya no nos percibe como esos jóvenes de veintitantos o treinta y tantos. Y menos mal ¿cierto? La juventud tiene muchas ventajas, pero la madurez conlleva otra serie de aspectos realmente positivos en nuestra vida.
La experiencia acumulada hasta la cuarentena nos permite enfrentarnos a cualquier situación con mayor seguridad, serenidad y determinación. En definitiva, entre los 40 y los 50 años nos sentimos más libres y, además, tenemos más tiempo para nosotros mismos. Y este tiempo te va a venir de fábula para cuidarte como mereces. Porque si algo conlleva la madurez es una tendencia a acumular kilos.
Seguro que ya has notado que adelgazar es cada vez más complicado. ¿Quieres saber qué relación existe entre la edad y la acumulación de kilos? Te lo contamos en este artículo junto a 3 pautas que puedes implementar en tu rutina hoy mismo para prevenir y hacer frente a la obesidad y al sobrepeso.
¿Qué le sucede a nuestro cuerpo entre los 40 y los 50 años que nos impide adelgazar?
Después de superar la barrera de los 40 en nuestro cuerpo se dan una serie de cambios, que constituyen el combo perfecto para impedirnos adelgazar con facilidad. Algunas de estas causas pueden ser genéticas, otras son fruto de la evolución natural de nuestro cuerpo o de la elección de un estilo de vida poco saludable.
Vamos a ver qué razones entran en juego a la hora de ganar o perder peso entre los 40 y los 50 años.
Las hormonas mandan y la grasa se concentra
Las hormonas son causantes directas del sobrepeso. A partir de los 40, nuestras hormonas comienzan un proceso de cambio. Los estrógenos bajan, en el caso de las mujeres a causa de la menopausia, y la testosterona también disminuye, en el caso de los hombres.
Este descenso hormonal provoca que la grasa se desplace hacia la zona media de nuestro cuerpo acumulándose en barriga, caderas y nalgas. ¿Te suena? Por este motivo, cuando le damos la bienvenida a los 40 también saludamos a esa barriguita incipiente que comienza a complicarte la tarea de abrocharte los pantalones.
El metabolismo se ralentiza y cuesta más perder peso
Otro magnífico “regalo” de la vida cuando atravesamos la cuarentena es que nuestro metabolismo se ralentiza. Este proceso se calcula gracias a la tasa metabólica basal o TMB.
De forma breve podemos decir que el metabolismo basal se refiere a la cantidad de energía que el organismo precisa para mantenerse vivo llevando a cabo las funciones esenciales en nuestro día a día. Por lo tanto, la TMB calcula las calorías que necesita un cuerpo para complementar las funciones biológicas básicas.
Algunos estudios han calculado que la TMB puede disminuir en torno a un 5 % cada 10 años tras cumplir los 40. Y ¿esto qué implica? Pues que sencillamente gastamos menos energía y tendemos a engordar.
Perdemos masa muscular y acumulamos calorías
El envejecimiento natural conlleva la pérdida de la masa muscular, un proceso conocido a nivel científico como sarcopenia. Cuando el músculo se reduce, quemamos menos calorías y, por ende, ganamos peso. La vida sedentaria y la falta de actividad física, algo frecuente conforme nos hacemos mayores, facilita la pérdida de músculo y dificulta la pérdida de peso.
¿Qué pautas puedes poner en marcha para mantener tu peso y adelgazar entre los 40 y los 50?
Ganar kilos a partir de los 40 años puede suponer un verdadero riesgo para tu salud cayendo en la obesidad y el sobrepeso.
Sin embargo, y a pesar de todos los factores que favorecen el aumento de peso, es posible estar saludable e incluso adelgazar, siempre y cuando mantengas unas pautas de vida saludables.
Estas son las principales: