La gran diferencia entre adelgazar y adelgazar bien

El 90 % de los españoles reconoce haber hecho dieta alguna vez en su vida, según informa la OCU. Lo sorprendente de esta cifra es que la mayor parte de este porcentaje ya había intentado perder peso en el pasado siguiendo diferentes dietas con mayor o menor eficacia.

Y, aunque es cierto que 1 de cada 3 consiguió adelgazar, tan solo el 10 % de estas personas no volvió a engordar e incluso un 15 % acabó ganando más peso del que había perdido.

¿Cuál es la conclusión que podemos extraer de este estudio? Que una buena parte de la población española no está satisfecha con su peso y que los métodos que utiliza para deshacerse de los kilos de más no son los adecuados.

¿Quieres saber por qué y cómo puedes evitar cometer este error si tú también tienes como objetivo adelgazar? Te lo contamos en este post.

El estudio con el que hemos abierto este artículo lo deja claro: existe una enorme diferencia entre adelgazar y adelgazar bien. Cuando hablamos de “adelgazar bien” nos referimos al proceso por el cual logramos alcanzar nuestro peso ideal de una forma sana, saludable y controlada, asegurándonos de que no recuperaremos esos kilos en el corto y medio plazo.

Y sí, esta no es la única forma de adelgazar. Hay otros métodos que a primera vista pueden parecer más fáciles o “milagrosos”. Seguro que has oído hablar de ellos e incluso puede que hayas probado alguna de esas dietas milagro que prometen una rápida pérdida de peso sin apenas esfuerzo ¿verdad?

Estas dietas suelen basar su funcionamiento en suprimir un grupo de alimentos determinado o en introducir el consumo de ciertos complementos en forma de pastillas, infusiones o batidos. Muchas personas se sienten atraídas por este tipo de tratamientos por su facilidad de implementación y porque les suelen infundir optimismo en una primera fase ante los resultados obtenidos.

Lo cierto es que cuando restringimos las calorías que comemos es normal perder peso. Pero, ¡ojo! Porque el peso que se pierde no es grasa, sino líquidos y masa muscular. Por ello, cuando finalizamos la dieta y retomamos nuestros viejos hábitos, el resultado suele ser el temido efecto rebote.

Por otro lado, estas dietas rápidas no se crean pensando en las necesidades individuales de una persona que necesita luchar contra el sobrepeso y la obesidad, sino que son dietas estándar con un mismo programa para todos.

Y si hay algo que desde Adelgar tenemos claro como profesionales médicos de la nutrición es que cada persona es diferente. Por ello, para trazar un plan nutricional efectivo es necesario analizar a fondo la composición corporal de cada paciente.

Finalmente, las consecuencias de este tipo de dietas “milagrosas” pueden llegar a ser muy graves para la salud a medio y largo plazo debido al déficit de ciertas vitaminas o nutrientes. Tenlo muy presente: debes perder peso, pero no a costa de tu bienestar.

El mejor método para adelgazar que puedes utilizar es el que se basa en la ciencia, la tecnología y la alimentación saludable. Aquel que se diseña teniendo en cuenta tus características concretas y te muestra cómo alimentarte de una forma sana y segura. Y eso solo es posible de la mano de médicos nutricionistas expertos.

Estos profesionales se preocupan por tu caso particular. Antes de recomendarte cualquier tratamiento para adelgazar analizan tu composición corporal y tus necesidades nutricionales hasta detectar el tipo de sobrepeso u obesidad que padeces y sus causas. Solo así es posible reducir el exceso de kilos en tu cuerpo a través de un plan de alimentación personalizado, saludable y equilibrado.

Además, toda dieta debe estar complementada, no por suplementos extraños, sino por unos hábitos de vida sanos en los que el descanso óptimo y el ejercicio físico sean parte fundamental.