Parece que estamos dejándola atrás. Sin embargo, los estragos de la pandemia originada por el Covid-19 todavía están muy presentes entre nosotros. En concreto, a día de hoy más de 3.700.000 españoles se han contagiado de coronavirus y cerca de 81.000 no han podido contarlo.
Muchos de los pacientes que han logrado superar el virus, todavía conservan secuelas del Covid-19 como la fatiga, el cansancio, dolores, dificultad para concentrarse, falta de apetito, diarrea, náuseas, ausencia de olfato y gusto, e incluso anorexia.
La buena noticia para quienes padecen estos síntomas es que algunos de ellos se pueden paliar con una nutrición adecuada. Esta es la línea en la que avanzan diferentes estudios al respecto, que han dejado patente cómo la alimentación es fundamental para la recuperación de los pacientes post-Covid.
En este artículo, queremos centrar la mirada en este asunto para ayudarte en tu recuperación si, por desgracia, has sido uno de los tantos españoles contagiados por el dichoso virus.
Alimentación: aliada para los pacientes que han superado el coronavirus
Una buena nutrición siempre es necesaria para mantener un buen estado de salud. De hecho, es algo que recalcamos en la mayoría de nuestros artículos. Pero esta premisa se vuelve esencial si has sufrido Covid, puesto que tu sistema inmunológico ha sufrido un ataque, ha peleado duro y se encuentra debilitado.
Cuando el cuerpo está combatiendo una infección, como es natural, necesita más energía y líquidos, por lo que es fundamental alimentar el sistema con la cantidad correcta de nutrientes.
Una vez superado el virus, es importante proporcionar a tu cuerpo alimentos sanos ricos en grasas saludables, proteínas, vitaminas y minerales que te ayuden a recuperar tu sistema inmunitario. Para que te resulte más fácil identificar estos alimentos, te damos unas recomendaciones.
Grasas saludables
Es imprescindible incorporar en tu dieta alimentos ricos en calorías para recuperar los niveles de energía que perdiste durante la enfermedad. Incluye cereales integrales como trigo, avena, arroz y tubérculos con almidón como la patata o el boniato en tu plan nutricional diario.
Estos alimentos son extremadamente beneficiosos para tu sistema inmunológico y te darán un buen chute de energía. Además, es importante que evites ingerir alimentos con calorías vacías como la comida precocinada o los refrescos azucarados.
Del mismo modo, los ácidos grasos insaturados procedentes de los frutos secos o del aceite de oliva también debes tenerlos presentes en tu mesa.
Proteínas
Las proteínas son componentes básicos para el organismo que ayudan a una recuperación más rápida, ya que los aminoácidos esenciales te protegen contra patógenos dañinos. Por ello, enriquece tu dieta con un alto consumo de proteínas (entre 75 y 100 gramos al día).
¿Qué alimentos te recomendamos? Legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes…), leche, productos lácteos, soja, nueces y semillas. Las fuentes de proteína animal como la carne magra, el pollo, el pescado y los huevos también son ideales.
Frutas y verduras
Las frutas y verduras frescas proporcionan un aporte nutricional indispensable como fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes. Estos nutrientes ayudan a reforzar tu sistema inmunológico y a combatir las infecciones. Además, también son ideales si tu objetivo es adelgazar. ¿Lo recomendable? 5 raciones de fruta y verdura al día.
Frutas como las naranjas, los kiwis, las fresas, la papaya y otros cítricos están cargadas de vitamina C, que ayuda en la formación de anticuerpos y acelera el proceso de recuperación. Asimismo, todas las variedades de verduras, las zanahorias y las calabazas se aliarán con tu sistema inmunológico para activarlo.
Hidratación
El agua es un elemento esencial para la vida, dado que transporta los nutrientes a través de la sangre, regula la temperatura corporal y elimina los desechos. Por ello, mantenerse hidratado en todo momento es fundamental. De hecho, lo recomendamos siempre para cualquier persona que quiera perder peso.
Para ello, bebe al menos de 8 a 10 vasos de agua al día. Piensa que una infección puede deshidratar el cuerpo, por lo que es vital hidratarse cuando nos estamos recuperando. Si el agua te aburre, puedes consumir otros líquidos como caldos e infusiones. Respecto a estas últimas el té verde, el jengibre y la cúrcuma te darán energía y fortalecerán tu respuesta inmune.