La mamoplastia es una cirugía que se realiza para modificar el pecho del paciente. Es una intervención que tiene unas implicaciones físicas y psicológicas importantes para los pacientes que quieren llevarla a cabo. Este es un tipo de cirugía muy extendido, con millones de intervenciones realizadas cada año en todo el mundo, tanto para aumentar como para reducir el tamaño del pecho.
Existen diferentes motivos por los que una persona decide operarse del pecho, entre otros:
Modificar la forma del pecho y su aspecto
Eliminar la flacidez en el pecho.
Aumentar o disminuir el tamaño del pecho.
Hoy vamos a hablar sobre los diferentes tipos de mamoplastia.
¿Qué es exactamente la mamoplastia?
Nuestro primer consejo es que, si vas a someterte a una cirugía del pecho, lo hagas sólo en un centro médico autorizado y que te dé todas las garantías. Existen muchos centros de estética que no pueden hacer este tipo de intervenciones, por lo que, sí o sí, asegúrate de esto antes de tomar la decisión de operarte el pecho. La seguridad es siempre lo primero.
La cirugía por mamoplastia es uno de los tratamientos estéticos más realizados y puedes encontrar tres tipos de intervención:
La mamoplastia para aumento de senos pequeños
El más común, puesto que muchas mujeres desean tener pechos con más tamaño del que tienen en la actualidad. Consiste en introducir una prótesis de silicona por el surco mamario, por la aureola o incluso por la axila, para después determinar la localización en la que la prótesis quedará situada.
La mamoplastia sin prótesis para pechos caídos.
Esta técnica se llama Mastopexia y consiste en retirar la piel sobrante de las mamas. El cirujano define las líneas de incisión en el área que va a ser intervenida y la cantidad de piel que va a ser retirada.
Mamoplastia para disminuir el volumen.
En este caso se decide reducir el tamaño del pecho y, para ello, se realiza una mamoplastia reductora sin silicona.