Hay expertos que ya han bautizado a la obesidad como la epidemia silenciosa del siglo XXI. Lo cierto es que los datos sobre el sobrepeso y la obesidad son realmente dramáticos. Tal y como la propia Organización Mundial de la Salud informó recientemente, la cifra de pacientes afectados por obesidad a nivel mundial se ha triplicado en las últimas cuatro décadas.
A día de hoy, alrededor de 1.900 millones de personas adultas de más de 18 años sufren sobrepeso y, de entre ellos, 650 millones padecen obesidad. Y, lo peor de toda esta situación es que es una tendencia creciente que parece no cesar.
Pero, ¿por qué las cifras de sobrepeso y la obesidad se han disparado en los últimos años? ¿Qué consecuencias puede implicar para nuestra salud si no ponemos freno? Te lo contamos en este artículo
¿Por qué las cifras de sobrepeso y obesidad no dejan de aumentar?
Ya lo hemos visto al inicio, las cifras de obesidad y sobrepeso son escalofriantes entre la población adulta, aunque, lamentablemente, entre los niños tampoco son alentadoras. El número de niños y niñas en edad de 0 a 5 años que sufren sobrepeso u obesidad en el mundo supera los 41 millones, y se prevé que en 2025 el número de bebés lactantes y niños afectados por el sobrepeso y la obesidad infantil llegue a los 70 millones.
El origen de esta tendencia al alza se encuentra en los hábitos de vida poco saludables de la sociedad moderna. El sedentarismo, el incremento del consumo de alimentos ultraprocesados y de comida rápida, el estrés y el ritmo de vida frenético, junto a la falta de un sueño de calidad son algunas de las causas que se encuentran detrás del aumento de peso entre la población actual.
Nos hemos alejado demasiado de las herencias de antaño y estamos pagando sus consecuencias. La Fundación Dieta Mediterránea lo anunció a principios de 2019: tan solo un 45 % de la población sigue este plan alimenticio. Los cereales, las frutas, las verduras, las legumbres, el pescado, las carnes rojas, los frutos secos o el aceite de oliva, y sus grasas saludables, están desapareciendo de nuestras despensas y neveras. En su lugar, los alimentos procesados están ganando la batalla.
Debemos plantar cara cuanto antes a esta tendencia. ¿Cómo? Practicando deporte, buscando un equilibrio entre nuestra vida personal y laboral que nos aleje del estrés cotidiano y, sobre todo, siguiendo un plan de alimentación saludable acorde a nuestras necesidades.
¿Qué consecuencias tienen el sobrepeso y la obesidad en la salud?
La sociedad continúa percibiendo el sobrepeso y la obesidad como un problema estético, desatendiendo así las verdaderas y graves implicaciones de estos procesos. Esta falta de concienciación implica un menor compromiso y una creciente desmotivación para atajar el problema.
La población debe comprender que la obesidad es una enfermedad y, como tal, puede tener gravísimas consecuencias sobre la salud como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, dolencias respiratorias, diabetes tipo 2 o diversos tipos de cáncer, llegando a causar la muerte. Ya hay estudios al respecto que han alertado sobre la obesidad, anunciado que esta pandemia global está matando alrededor de 3 millones de seres humanos cada año.
Por lo tanto, más allá del plano estético, el sobrepeso y la obesidad deben tratarse para que podamos tener un futuro. Y para plantar cara a la obesidad con seguridad debemos ponernos en las manos adecuadas. Las dietas de adelgazamiento “milagrosas” o los productos “quema grasas” no existen. Además, recurriendo a ellos podemos incluso agravar el problema con el exceso de kilos en nuestro cuerpo.
La clave para comenzar un proceso de pérdida de peso con plenas garantías es recurrir a los profesionales médicos adecuados y contar con la motivación suficiente. Una dieta no se puede iniciar a las bravas. Es preciso llevar a cabo un estudio concreto del paciente para determinar el plan nutricional adecuado que le permita alcanzar los objetivos marcados.