La soja es una legumbre asiática que lleva siendo consumida por el ser humano durante siglos. En China, formaba parte de las cinco semillas sagradas creadas por los dioses, junto con el arroz, la cebada, el trigo, y el mijo.
Es muy nutritiva, incluso superior en cuanto a otro tipo de legumbres, ya que aporta gran cantidad de proteínas de alto valor biológico y ácidos esenciales, y presenta un bajo contenido en grasas saturadas. Además aporta fibra, vitaminas del grupo B, vitamina E y minerales como el potasio, el fósforo, el calcio y el magnesio.
Puede consumirse como tal, o en sus derivados tradicionales como el tofu, el tempeh, el miso… Actualmente, muchos de los alimentos que ingerimos llevan en su composición soja, como son el pan, el embutido…
La soja se ha convertido en una alternativa para vegetarianos, debido a la gran cantidad de proteínas de alta calidad que aporta.
BENEFICIOS
-Es un alimento beneficioso para la circulación.
-Gracias a su contenido en fibra e isoflavonas y ácidos grasos omega-3 y 6, la convierte en un alimento ideal para disminuir el colesterol malo (LDL) y los triglicéridos, por lo tanto previene que el colesterol se deposite en las arterias y provoque arterioesclerosis.
-La ingesta de este alimento contrarresta los efectos negativos del colesterol que aporta la carne animal.
-También ayuda al buen funcionamiento del metabolismo, la circulación sanguínea, el sistema inmunológico, el cerebro… gracias a las grasas poliinsaturadas que aportan los ácidos grasos omega 3 y 6.
-Puede mejorar la diabetes y la obesidad, ya que el aporte de hidratos de carbono es de bajo índice glucémico.
-Ayuda a mejorar síntomas de la menopausia.
-Es buena para el cuidado y mantenimiento de los huesos, frena la posibilidad de osteoporosis. El derivado de la soja que más calcio contiene es el tofu.
-La soja impide la fijación del yodo en la glándula tiroides, por ello no se aconseja su consumo en personas con problemas de tiroides, como tiroiditis de Hashimoto o hipotiroidismo.
– Contiene lecitina (emulsionante E-322), que ayuda a descomponer la grasa.
-Por su contenido en fibra, es magnífico para el estreñimiento, así como para regular el tránsito intestinal.
Se debe tener especial cuidado en niños, porque se considera un alimento que induce a alergias, por lo que no se recomienda dárselo antes del año, embarazadas, ya que puede provocar problemas hormonales al bebé, en período de lactancia, puesto que la soja contiene sustancias que pueden actuar como estrógenos, disminuyendo la cantidad de leche, y en personas con problemas metabólicos. También deben reducir o evitar su consumo las mujeres que hayan tenido cáncer de mamá o estén en tratamiento. Si bien es cierto que las mujeres orientales padecen esta enfermedad en menor porcentaje, eso es debido al consumo de soja fermentada durante la infancia y la adolescencia.
El Equipo Adelgar