Fruta de temporada, de pequeño tamaño, color rojizo y con hueso en su interior.
Es cierto que es una de las frutas más pequeñas que existen, pero tiene excelentes aportes nutricionales, además de numerosos beneficios para la salud.
Beneficios:
-Rica en vitaminas A, B, C, E y K. Ayuda a reforzar nuestras defensas, para así combatir enfermedades crónicas.
–Alto contenido en hierro, calcio y zinc, que ayuda a prevenir la anemia ferropénica (anemia por falta de hierro), la osteoporosis y problemas en la formación de los huesos y dientes. Además contiene magnesio, potasio y azufre.
–Bajo contenido calórico.
-Beneficiosa para el cerebro (previniendo la pérdida de memoria), el sistema nervioso y a la vez efectiva contra el dolor de cabeza.
-Alto contenido de melatonina (sustancia que regula el ciclo del sueño). Tomarlas unas horas antes de irse a dormir, es aconsejable, para conciliar mejor el sueño.
-Tiene propiedades laxantes, gracias a su contenido en sorbitol (sustancia recomendada para personas con problemas de hígado y estómago) y azúcares.
-Acción diurética, antiinflamatoria y antioxidante
-Ayuda a regular los niveles de ácido úrico y colesterol.
-Previene enfermedades del corazón y del colon.
-Contiene 19 veces más beta-carotenos (grupo de pigmentos con función antioxidante) que los arándanos, sustancia que contribuye a tener una mejor visión y una piel saludable.
Remedios caseros:
-Infusión de rabitos de cereza para prevención de pérdida de memoria y también para retención de líquidos.
-Huesos de cereza para realizar saquitos térmicos (frío y calor), para calambres, dolores, contracturas musculares…
-Jugo de cerezas para todo tipo de afecciones en las vías urinarias.
*Importante: Las personas que padezcan enfermedades como el Síndrome de Intestino Irritable o Enfermedad de Crohn, deben tener mayor precaución a la hora de consumir este tipo de frutas, debido a su poder laxante.
Inmaculada Soto Pérez
Técnico Superior en Documentación Sanitaria de Adelgar