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Tienen su origen en Persia, en España fue introducida en el siglo XI por los árabes y mas tarde paso a cultivarse Francia y de ahí a toda Europa.
Es considerada como la reina de las verduras por sus múltiples propiedades beneficiosas, es una planta anual herbácea con hojas crasas de un color verde intenso, normalmente las espinacas se siembran y cosechan durante todo el año salvo en los meses de fuerte calor y existen una gran variedad de las mismas.
Las espinacas están compuestas fundamentalmente por una gran cantidad de minerales (calcio, hierro, potasio, fósforo, magnesio, cinc, manganeso y selenio).
También son abundantes en vitaminas, especialmente en betacarotenos, ácido fólico, vitamina C y vitamina K. no podemos olvidar que es rica en luteína y en oxalatos
VIRTUDES
– Por su gran cantidad en minerales potencia la salud ósea y se recomiendan especialmente a las embarazadas por su contenido en ácido fólico, que previene las malformaciones durante el desarrollo del feto.
– Son también revitalizantes en los estados de fatiga y estrés.
-Incrementan las secreciones biliares e intestinales, mejorando así los problemas digestivos y combaten el estreñimiento.
– Bajan los niveles de colesterol y la tensión arterial.
– Por su contenido en antioxidantes que protegen de los radicales libres, tienen una acción protectora frente a ciertos tipos de cáncer como el de colon, próstata…..
– Aceleran la renovación sanguínea por la pérdida en hemorragias y operaciones.
DESACONSEJADAS
Por su gran contenido en vitamina K esta desaconsejada en las personas que toman anticoagulantes.
Tampoco son recomendadas en personas con cálculos renales, gota, artritis o reuma por su contenido en oxalatos.
Las espinacas tienen múltiples usos culinarios, se pueden preparar en ensaladas combinándolas con otros alimentos como el queso, frutas…..
Se pueden cocinar al vapor, rehogadas, en tortilla, como guarnición de carnes y pescados, con legumbres…
Se deben consumir frescas o congeladas, ya que suelen perder vitaminas rápidamente.
Como dato curioso podemos decir que siempre se ha creído que las espinacas eran una fuente excelente de hierro, cosa que es cierta, pero no la gran cantidad de hierro que se le asignó a finales del siglo XIX atribuyéndole una cantidad diez veces superior a la real por un error en una cifra.
