Las verduras y hortalizas junto con las frutas, son una fuente primordial de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. La deficiencia mantenida de muchos de estos nutrientes se relaciona con la aparición y desarrollo de algunas de las enfermedades crónicas de mayor incidencia en la edad adulta en la actualidad, como son la aterosclerosis, colon irritable, anemias, cáncer, etc.
Las verduras y los niños, por lo general, no se llevan bien, pero debemos conseguir estrategias para que nuestros hijos vean de manera más atractiva estos alimentos; ya que son fundamentales en su alimentación.
La clave está en la presentación de los platos. Debemos echarle imaginación y preparar los platos de manera divertida, con colorido; podemos dibujar con las diferentes verduras y hortalizas, caras, animales, paisajes, etc. Para ello es cierto que hay que dedicar algo más de tiempo, pero merece la pena siempre que nuestros hijos estén bien alimentados.
Los niños pueden participar en la elaboración de los platos, de esta manera aprenden a cocinar también y disfrutarán luego comiendo lo que ellos han preparado.
También es importante que los padres sirvan de ejemplo a los hijos, ya que al fin y al cabo ellos imitan lo que ven en casa. Por eso es importante que en el menú casero todos tomen verduras, frutas y hortalizas, como algo habitual, y que el niño vea que se disfruta comiéndolas, que nos gusta su sabor; ya que de está manera tarde o temprano se interesará en probarlas e irá aceptándolas.
Si hay alguna que no les gusta tampoco hay que forzarles demasiado, ya que pueden asociarlo como algo que “está malo” y que terminen aborreciéndolas; pero si hay que hacerles comprender y “negociar” con ellos que al menos tomen un bocado para probarlas.
Las verduras y hortalizas aparte de como plato principal, también sirven de acompañamiento en los segundos platos o como ensalada central en la mesa; incluso se pueden elaborar postres con hortalizas como el bizcocho de zanahoria o calabaza, etc. También se pueden preparar frutas troceadas con un poco de chocolate por encima (esto ocasionalmente), macedonias echándole zumo natural, batidos de frutas y hortalizas, etc.
Por lo tanto no es imposible que los niños se familiaricen con las verduras y vayan incluyéndolas en su alimentación, solo hay que buscar la forma más atractiva para ellos. En los talleres de Adelgar os ayudamos a que lo entiendan y no lo vean como un “castigo” el tener que tomar estos alimentos, sino como algo muy bueno e importante para su salud y su “peso”.