La astenia primaveral es un trastorno que se produce en primavera, cuyos síntomas son fatiga, cansancio, tristeza, cambios de humor, dolores de cabeza, trastornos del sueño, falta de apetito, etc.
Este trastorno puede que se deba al cambio de hora, cambios ambientales y de rutina, que pueden alterar al organismo.
Para combatirla o disminuir los síntomas que se producen debemos seguir las siguientes recomendaciones:
- Llevar una vida ordenada y regular en cuanto a horarios tanto de comidas como de sueño.
- Realizar ejercicio nos ayudará a sentirnos mejor y más relajados.
- Cuidar la alimentación realizando una dieta sana, variada y equilibrada que nos aporte la energía y los nutrientes necesarios para desempeñar nuestra actividad diaria.
Debemos mantener un buen estado de hidratación. Cuando se produce la sed nuestro organismo ya ha empezado a deshidratarse, y debemos anticiparnos a que esto ocurra.
El desayuno debe ser adecuado para aportarnos la energía necesaria durante la mañana. Un buen desayuno podría contener cereal, ya sean cereales de desayuno o pan, fruta o zumo natural y un lácteo.
No debemos abusar del consumo de estimulantes sobre todo a partir de la comida, ya que esto puede causarnos dificultad para conciliar el sueño y nerviosismo.
Las comidas que realicemos no deben ser muy copiosas ya que esto nos producirá sensación de decaimiento. Al igual que no debemos abusar de las grasas ni de los hidratos de carbono simples.
Se debe aumentar el consumo de vitaminas y minerales que principalmente los podemos encontrar en frutas y verduras. Estos nutrientes son necesarios para muchas funciones del organismo, y nos ayudarán a depurarlo y eliminar toxinas.
Debemos aumentar el consumo de omega 3 que podemos encontrarlo en los frutos secos, pescados azules, en algunas semillas, etc. Estos ácidos grasos nos ayudan a mantener en buen estado el sistema nervioso y el estado anímico, a parte de otra serie de beneficios.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética