«Llegué a Adelgar después de intentar adelgazar a través de la Seguridad Social, con enfermeras diferentes y con menús imposibles de mantener.
En Adelgar, siempre encuentras a las mismas personas, siempre con una sonrisa y predisposición.
En muy pocas sesiones te das cuenta de que la tripa empieza a desaparecer sin ningún tipo de dolor, con solo 25 minutos cada 2 o 3 días, comiendo lo que te gusta.
Te dan tu dieta personalizada a tu gusto y las pautas necesarias por una Doctora, para que no pases ni gota de hambre.
Adelgazas de donde más lo necesitas y si un día subes un poco de peso, tienes a una persona encantadora que te explica que has hecho mal.
En no más de dos meses ya no eres la misma persona.
SI se puede adelgazar. Y lo más importante y lo más necesario, os lo digo por mi propia experiencia, cuando terminas el tratamiento dura, dura y dura. Yo llevo más de tres años manteniéndome igual. Sólo he aprendido a comer bien, sano, saludable, sin olvidarme que de vez en cuando me doy mis caprichitos.
Pero me han enseñado que después de estos caprichos hay que poner unas medidas, que son muy fáciles de cumplir.
Pero la mejor experiencia es que pidas cita y lo compruebes por ti mismo/a.»