El laurel es una planta perenne cuyas hojas y flores son muy aromáticas, de ahí que sus hojas se utilicen en la gastronomía como condimento para dar sabor y aroma a diferentes platos.
Sus hojas son puntiagudas y de color verde oscuro. Contienen aceites esenciales aromáticos que son los que le confieren su característico perfume. También posee alcoholes, ácidos orgánicos, lactonas, taninos y minerales como el calcio, potasio, manganeso, fósforo, hierro, zinc, etc.; vitaminas como la C, B3, B6, B9, etc.
Estimula los jugos gástricos y hepáticos realizando mejor las digestiones, también es carminativo por lo que ayuda a eliminar los gases, y hepatoprotector.
Presenta propiedades antibacterianas, antitusivas y antibronquíticas. Es expectorante y ayuda en los procesos gripales.
Mejora la circulación sanguínea. También regula la hemorragia durante la menstruación.
Es diurético por lo que nos ayuda a eliminar los líquidos retenidos y toxinas como el ácido úrico, etc.
Posee propiedades antiinflamatorias y alivia el dolor, con lo cual es interesante para personas con enfermedades reumáticas.
Como uso externo va muy bien sobre la piel afectada por hongos, acné, quemaduras, etc., ejerciendo una acción antiséptica y regenerando la piel.
Noemí Rodríguez Palacios
Dietista de Adelgar
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética