Las llamadas bebidas isotónicas son una combinación de agua, sales minerales e hidratos de carbono que van a proporcionar la energía, agua y electrolitos perdidos durante el ejercicio físico intenso ya que al practicar ejercicio se eleva la temperatura corporal y nuestro organismo la regula mediante la sudoración eliminando agua y sales minerales y por lo tanto disminuyendo el rendimiento deportivo si no las reponemos tomando los líquidos adecuados.
Por lo general, resultan útiles para reponer la pérdida de agua y sales minerales tras esfuerzos físicos intensos de más de una hora. Cuando la intensidad del ejercicio es moderada o baja y el esfuerzo no resulta excesivo, es suficiente beber agua para rehidratarse.
Su composición nutritiva es agua, cloruro sódico (sal), potasio, magnesio, calcio y glucidos simples y complejos (hidratos de carbono). Los expertos advierten que si abusamos de estas bebidas al estar enriquecidas con determinados nutrientes puede producirse un sobreconsumo de los mismos.
Investigadores de medicina deportiva han determinado que la concentración máxima debe ser 227 cm3 de liquido, 5´9 grs de azúcar, 55 mgrs de sodio y 46 mgrs de potasio; cifras mucho menores que las halladas en estas bebidas.
Hay mucha gente ingiere estas bebidas para reponer minerales y acaba por sustituir el agua por ellas. En este caso nuestro cuerpo recibe un aporte extra de minerales innecesarios para nuestro organismo que nos pueden hacer más mal que bien ya que los que necesitamos, normalmente, los recibimos a través de los alimentos y en una persona que no practica deporte son suficientes.
En aquellos casos de consumo inadecuado de estas bebidas nuestro organismo aumenta su nivel de sodio, potasio y micronutrientes que son las sustancias que suelen contener y una de las principales consecuencias es que podemos desarrollar una lesión o enfermedad en nuestros riñones, además de incrementar el riesgo de sufrir arritmias cardiacas y edemas en diversas partes de nuestro cuerpo por acumulación de líquidos.
Existe la creencia de que son buenas en los casos de problemas gastrointestinales. La Organización Mundial de la Salud recomienda tratarlos con la solución oral hidratante que venden en farmacias, porque aporta la cantidad necesaria de electrolitos y azúcares que pierde el organismo. También es importante resaltar que podemos elaborar una bebida isotónica casera o suero oral con una cucharada de postre de bicarbonato sódico, 2 cucharadas soperas de azúcar, una cucharadita de café, de sal, el jugo de dos o tres limones y un litro de agua hervida. Además de poderla utilizar cuando realicemos un ejercicio físico intenso o moderado también podremos utilizarla si tenemos vómitos o diarrea; en el caso de diarrea quitaremos el azúcar.
Los niños son los más sensibles al perjuicio que les pueden causar las bebidas isotónicas que tienen menos sodio, menos potasio y más hidratos de carbono de los que ellos necesitan y por lo tanto no les hidratan como es debido. La bebida más saludable para apagar la sed es el agua
No vamos a nombrar marcas de este tipo de bebidas (las sabemos todos), ni estamos hablando de RedBull o similares (autenticas bombas), hablamos de otras bebidas con un consumo masivo y que quizás por falta de conocimiento las usemos para consumo habitual con los riesgos que se han descrito.