Como cada 16 de Octubre desde 1979 se celebra el día Mundial de la Alimentación, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), fundada en 1945. La finalidad es concienciar a toda la población sobre el problema alimentario mundial que existe actualmente, y fortalecer así la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
El lema de este año 2017 es “Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural”.
La FAO con esta celebración se centra en la migración y en los problemas relacionados con los desplazamientos poblacionales. Tiene como principal objetivo concienciar sobre la necesidad que existe de invertir en el desarrollo rural, siempre en beneficio de las personas migrantes y las que acogen.
A día de hoy el mundo está en constante movimiento, debido a la gran cantidad de conflictos, inestabilidad política, crisis…. que provocan que muchas familias tengan que huir de sus hogares. Por otro lado, el hambre, la pobreza, el cambio climático son otros factores que originan que la migración surja. La migración forma parte del proceso de desarrollo, a medida que las economías de los países pasan por diferentes transformaciones la gente busca mejores oportunidades de empleo ya sea en el extranjero o en el propio país de nacimiento.
La mayor parte de la población en situación de pobreza extrema, busca su subsistencia en la agricultura u otras actividades de tipo rural.
El desarrollo del medio rural puede obligar a la gente a trasladarse, con lo que se pueden crear nuevas oportunidades de negocio y puestos de trabajo, principalmente para los más jóvenes, que no sólo estén basados en el cultivo. Además estas migraciones pueden conducir a mejorar la alimentación y reducir los conflictos sobre los recursos naturales; y se pueden encontrar soluciones alternativas a la degradación del medio ambiente y al cambio climático.
Además, invirtiendo en el desarrollo rural, la migración puede provocar el desarrollo de las comunidades de acogida y de las familias desplazadas, registrando así las bases para una recuperación a largo plazo y un crecimiento sostenible.
De esta manera, podemos decir que la migración puede contribuir al crecimiento económico, así como a mejorar la seguridad alimentaria y los medios que se poseen en el medio rural para lograr un desarrollo sostenible.
El Equipo Adelgar